Ni perezoso ni pinche

Don Leandro Meza

Todas las mañanas con el telón de fondo del imponente volcán San Cristóbal, un motorizado ronda un campo de sandías en la comarca El Pastoral. Hoy va solitario, va feliz. Quizás pensando que este año la cosecha va a ser buenísma.

Pero este motorizado no es cualquiera; es don Leandro Meza, un experto en el cultivo de sandías. Un señor que tiene como sentencia que en el rubro de la sandía no cabe ser perezoso ni pinche (tacaño).

A don Leandro el calcinante sol de occidente no le hace ni cosquillas. ¿Y cómo le va a hacer nada si ya son más de quince años labrando los volcánicos suelos Chinandeganos?

Y es que para don Leandro el tiempo no ha pasado en balde. La experiencia que ha acumulado no es jugando. En la zona todo el mundo sabe que este señor, a la hora de encontrar soluciones a los problemas de sus cultivos, no hay otro cómo él.

Según don Leandro, el rubro de la sandía precisa estar diario en el campo. Aunque sea “dando la vuelta del perro”, dice sonriente, porque según él, la sandía necesita mucho ojo: «tenés que estar bien atento».

Don Leandro Meza con el Ingeniero asesor de PROFYSA Mauricio Caballero valorando el plantío

Y sobre todo tener a tiempo las aplicaciones de los productos que necesita el cultivo.

Don Leandro tiene años de trabajar con los productos MILAGRO y es el día de hoy continúa satisfecho con los resultados. Tanto así que no tiene empacho en afirmar: «Lo qué es MILAGRO da calidad». Y agrega que como bróder a cualquiera le recomienda los productos MILAGRO.

«Yo los uso para ahorrarme dolores de cabeza, además no voy a recomendar algo que no he usado. El resultado de MILAGRO yo lo sé».

Don Leandro tiene especial predilección por CALCIBORO, ALBAMIN, OLIGOMIX, ENGORDADOR, Iniciador NUTRIGOLD y KALEX.

Especialmente recomienda CALCIBORO para evitar que la sandía se quede con la cáscara rala

La sandía cáscara gruesa permite más vida de anaquel. Y como al partirla no se quiebra, tiene mejor aceptación en el mercado.

—Aplicá calcio, aplicá CALCIBORO, —repite don Leandro con autoridad— y así vas a tener una sandía cáscara gruesa.

Don Leandro Meza es un hombre noble y feliz. Don Leandro le tiene fe al MILAGRO de la agricultura.

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La felicidad de don Gustavo

Desde muy niño, don Gustavo supo de privaciones. Sufrió en pellejo propio las asperezas. Sin embargo, el entorno no lo amedrentó, más bien lo impulsó a sobresalir.

Tres kilómetros después del empalme de la Mora, al tope del camino se encuentra la pulpería de don Gustavo Chavarría. 

Él acaba de llegar de su finca y se dispone a degustar unos frijolitos cocidos con tortilla caliente, cuajada y crema. Aunque cansado, su rostro rubicundo (curtido por el sol y la faena) luce contento. Viéndolo ahí sentado con el plato en la mano, nadie se atrevería a decir que ese hombre no es feliz. 

Y así es.

Este agricultor es un hombre contento porque además de tener una esposa que lo quiere y lo resguarda, un hijo cariñoso que no se le despega, este año sus diez manzanas de café están como nunca: con buen follaje, buen color, la madera fuerte, lozana y con excelente desarrollo, los árboles cargados de cafetos “granudos”. Y sonríe cuando expresa que no hay plantas vanas.

—Todos los palos están cargados —asevera con propiedad.

Cuando sus vecinos y amigos le preguntan a don Gustavo que por qué está tan bueno su cafetal, él tiene una respuesta contundente.

—Porque además de levantarme temprano a estar pendiente de mi cafetal, invierto. Y lo hago del mejor modo. 

Y luego agrega:

—Pero hay que saber invertir. Y en eso hay que estar claro. Invertir en lo mejor. Y lo que tiene así de tremendo mi cafetal son los productos MILAGRO. 

Don Gustavo Chavarría no tiene miramientos. En todo el año ha hecho ocho foleos. Estos foleos son aplicaciones sistemáticas del programa especializado para café con productos MILAGRO de PROFYSA.

—Yo no les voy a hablar tonteras —dice a quienes le preguntan—, los productos MILAGRO son una bendición. Es una inversión económica, y ya ven: los resultados son una maravilla. 

Desde muy niño, don Gustavo supo de privaciones. Sufrió en pellejo propio las asperezas. Sin embargo, el entorno no lo amedrentó, más bien lo impulsó a sobresalir. Por esa razón don Gustavo es un gran trabajador que sabe estar pendiente de suplir a su familia.

—Este año ya tenemos asegurada la comidita —dice— y eso es una gran cosa.

Don Gustavo es un viejo luchador de la vida. Un señor noble y práctico que busca las mejores soluciones. 

Después de lanzarse su comidita y su cafecito caliente, don Gustavo se dispone a ayudar a su esposa a despachar. Pues los caminantes no dejan de pasar comprando víveres por su pulpería allá en La Mora, una comunidad ubicada unos kilómetros después de La Dalia, en el departamento de Matagalpa.

Productos que aplicó don Gustavo en su plantación

  • Promet Cobre
  • Promet Zinc
  • Boramide
  • 10-30-10
  • Silimax
  • Kiforce
  • ZincBoro Plus
  • Promet Calcio
  • Promet Magnesio

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